LA RUEDA DE BICICLETA

LA RUEDA DE BICICLETA
pero de Villa El Salvador

viernes, 17 de noviembre de 2006

CINCO MINUTOS DE CONVERSA



Colectivo Extra Virgen

¿Qué tanto se logra saber de alguien en 5 minutos?...Hola,... ¿Eres de acá?... ¿Tienes pareja? ... ¿Tienes hijos? ... Pareciera un tiempo corto, sin embargo la gente está dispuesta a brindar ésta información – y mucha más – cuando es entrevistada.

En ésta ocasión el Colectivo “Extra Virgen” tomó como escenario de su propuesta algunos paraderos limeños, para hablar con mujeres de distinta edad, procedencia y condición, abordándolas con preguntas similares a las que se plantean al inicio. Un buen número de ellas colaboró sin mayor restricción, y excedió el tiempo inicialmente propuesto por querer decir algo más de si mismas. Entonces, ya no sólo eran datos precisos: El estado civil, el número de hijos, el destino que iba a tomar el “micro”...; empezaron a salir las confesiones ... qué tan bien iban las relaciones en casa, cómo se había llegado a Lima, quienes eran los seres amados, cuáles eran los sueños por los que se estaba luchando ... qué se quería en la vida. Estas confesiones contribuyen al trabajo de exploración que Extravirgen desarrolla en torno al imaginario colectivo inserto en la mujer limeña, empezamos a descubrir que éste es sumamente complejo, - algo esperable dentro del marco de una macro urbe como ésta - con aristas y convergencias tanto morales, aspiracionales, así como en los temores, tabúes y aversiones, muchas veces no reconocidos pero con indicadores latentes que estos discursos develan de manera incipiente.

“Extra Virgen” conversó con diversas mujeres que nos dieron su tiempo y nos abrieron su mundo. Tal vez la necesidad de hablar se vuelve cada vez más imperante en un medio donde nadie tiene tiempo para escuchar, donde sonidos e imágenes invaden en barullo generalizado, siendo parte de una parafernalia capitalina que impone una condición pasajera.

Ya no hay tiempo de con-versar (Es decir, del versar en conjunto, algo muy distinto a la yuxtaposición de monólogos). Las palabras van limitándose a lo utilitario y condescendiente, al punto en que casi ya no nos reconocemos en lo que decimos, es mejor refugiarse en una línea discursiva convencional para evitar confundir al interlocutor: urge atender la casa y a los chicos, hay que correr al trabajo, el ritmo de la vida cada vez se acelera más ... y no te puedes perder la combi. Lima impone perecibilidad, priva de toda permanencia y a pesar de sus descomunales dimensiones, estrecha cada vez más los tránsitos vitales que por ella circulan, por las convenciones (auto) impuestas.

Aún así el discurso oral (restringido al campo de “lo femenino”) persiste, y si bien no gana la valía oficial del discurso escrito (relacionado al ámbito de “lo masculino”) encuentra espacios difusores: medios radiales y televisivos hacen uso de la oralidad aludiendo responder a los vacíos comunicativos que los sesgos y frenetismos de Lima dejan a su paso. Lamentablemente terminan muchas veces por ser contraproducentes: a punta de vociferar intimidades, de querer hallar soluciones terapéuticas masivas, de imponer posturas morales, de generar controversia ociosa y dar información de paparazzi agigantan brechas segregacionistas pues la voz con autoría se disuelve en la voz autoritaria que no permite un discurso que no tenga el happy end silenciador de la convergencia, no hay cabida a la otredad.

“Extra Virgen” es conciente que hay mucho callado desde la feminidad limeña (feminidad que no tiene que ser propiedad exclusiva de las mujeres), y que talvez nunca llegue a ventilarse del todo, tampoco creemos que valga la pena. No pretendemos que el espacio – transitorio – generado a partir de éste ejercicio sea suficiente para solucionar la carencia detectada. Simplemente exploramos en las mujeres aquello de lo que queremos hablar y no siempre podemos, por ello sólo nos resta agradecer a las entrevistadas por darnos la oportunidad de escucharnos en otras voces y enseñarnos un poco más de nosotras mismas. Después de todo, hablar es escucharse.

Julia Ortiz
Extra ... ¡Virgen!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Realmente el conversar es un atributo puramente femenino, por eso ellas MIRAN a la otra persona cuando intercambian palabras. Hay un libro que dice que tienen un estilo cooperativo, en contraposición al estilo competitivo del hablar de los varones. :S
Comentarios?

Anónimo dijo...

Hola, me interesa contactar con el colectivo extravirgen, me parece chevere la chamba que se puede ver aqui. Por favor mandenme su correo o pagina web al siguiente mail urpicha@hotmail.com

gracias